Con rotundos aldabonazos de silencio
la noche golpea en mi ventana.
Como con la llegada de un amante
mis entrañas se encrespan
enzarzadas por ese deseo insoslayable,
que tus palabras esparcieron sobre mi,
convertidas en desconocidas verdades,
con las que fui cubriendo mi vida
en la inconsciencia mas inenarrable.
No sirve de nada abrir ese futuro
en el que tu aroma aun persiste.
Mis recuerdos están acostumbrados a perder,
aliándose el deseo con la memoria.
Golpea la noche en la ventana
sacudiéndome el temor a confesarme…
Atrevete a abrir la ventana, porque hay mil amores que esperan por ti! ansiosos de amarte...es solo que tu no los ves
ResponderEliminarbesos desde mi mar.
mar