Llueve rojo mientras contemplo y escudriño esos charcos de turbios recuerdos Llueve rojo salpicando sobre mis pechos, rodando por mí vientre hasta enredarse en la maraña de mí pubis. Llueve rojo y mis labios pronuncian palabras sobre esas sábanas ahora resecas. Guardo silencio en ese amor atemporal y exprimo esos adverbios complejos. Demasiados deseos haciéndose charcos, charco de lluvia roja ... Por eso hoy pienso y callo y espero en rojo…