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Mostrando entradas de junio, 2010

UN CURIOSO VISITANTE

        ra un día de lluvia en el que apenas transitaba gente por la calle. Mi madre se encontraba tumbada en el sofá mientras veía una película. Yo mientras tanto, estaba intentando coser la ropa que mi abuela le había hecho a mi muñeca. Una hora después mire por la ventana con la esperanza de que hubiera dejado de llover, pero no, aun seguía diluviando. Deje de coser y le pregunté a mi mamá si me dejaba salir a dar una vuelta. Pero ella me respondió _Flora no puedes salir, a caso no ves la que esta cayendo_ Enfurruñada, le dije que __si__ dejando un pero en el aire. _ No hay peros que valgan ¿entendido? y ahora si tanto te estas aburriendo ponte a hacer los deberes._ no tengo o ¿no te acuerdas que ya los estuve haciendo ayer? __ Pues vete a hacer algo y déjame ver la película por favor._ Me fui cabreada a mi habitación. No pensaba hacerle caso. Abrí el armario y saque el chubasquero y las botas de agua y cuando estaba poniéndomelas, escuche detrás de mí un pequeño rui

Otoño

oy el día amaneció grisáceo.Si uno guarda silencio y pone atención, puede llegar a escuchar a lo lejos el crepitar de las pisadas del otoño, esa estación del año que todo lo envuelve con esa melancolía, que cada vez me va fascinando más y más. Consigue impregnarlo todo con ella . Desde hace riempo me siento identificada con esa estación, quizas por qué creo encontrarme en el otoño de mí vida, esa fase que precede al invierno a la vejez y a ese final de todo. Me gustaria dar largos paseos sola, observando los árboles medio desnudos y sentir ese aroma reseco del la alfombra de sus hojas bajo los pies. Admirar esa gama de colores ocres, dorados, castaños, rojizos y verdes tierra como una sinfonia inacabada…. Esas hojas que hasta una leve brisa consigue arrancar de sus tambien resecas ramas y las arrastra, dejando sobre el alquitran del asfalto la calidez de sus colores. Igual resulta cursi y hasta pedante, ésta forma de describir ese Otoño, puede