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Mostrando entradas de 2016

Feliz navidad en todos los rincones de la tierra!!

...Un abrazo a todos y a cada uno de Uds....Que pasen una noche hermosa....rodeados de sus seres queridos....Que haya amor, paz, alegría y vida en todos los hogares. Les dejo mi brindis que ya muchos de Uds. conocen Primero quiero recordar y pedir por todos aquellos que hoy están peleando por su salud, por los indigentes, los marginados. Por los que están internados, y por los que por una cosa u otra hoy están lejos, o triste s, o abandonados, o sin recursos. Por un mundo más solidario, más humano, más hermano, más amoroso...Ojalá así sea. Ojalá seamos muchos los que aspiramos un mundo más esencial y mucho menos aparente...donde el amor, el cuidado del alma, las palabras, la sencillez y los encuentros sean los valores más importantes. Ojalá que la vida no se perdiera en la inmediatez, y en lo superfluo. Por un mundo que no le temiera a los malentendidos, sino que se aprendiera a vivir entendiéndonos en la diferencia, en el respeto y en la convivencia. Que no

LA LECCION DE 1980

Este relato, desde que lo descubrí en mi más tierna juventud, me ha hecho desear que los cuentos, a veces, se conviertan en realidad.           " Harto, al fin, de tanto embrollo, el Padre Eterno decidió dar una   lección saludable a los hombres.          A las doce en punto de la noche del martes 31 de diciembre de 1979, el jefe del Gobierno soviético, Pedro S. Kerulin, murió de repente. Precisamente, estaba brindando por el Año Nuevo, durante una recepción ofrecida a los representantes de la Federación democrática del África Oriental –e iba por la duodécima copa de vodka-, cuando se le extinguió la sonrisa en los labios y se desplomó en el suelo como un saco de cemento, en medio de la consternación general.         El mundo fue sacudido por opuestas reacciones. Se había llegado a una de las situaciones más agudas y peligrosas de la guerra fría, quizás la más extrema de las habidas nunca. El motivo ocasional de la tensión entre el bloque comunista y el occidental era

¿Un tren, hacía?

Se preguntaba, ¿a qué hora..?   ¿Hacía dónde dirigirse para subir a él?   ¿Una estación, un andén, un lugar escondido, lejano..? “Le serviría poco, muy poco equipaje, en esa clase y tipo de viajes apenas se necesita nada”. ¿Será uno de esos trenes que se cogen llevando interminables maletas repletas de enseres, objetos y ‘chismes’? Había tomado lo justo, imprescindible, — unos pocos indumentos, ropa interior, algunas ‘joyas de valor sentimental’, fotografías íntimas, ropa de cama, toallas y poco más. Le preocupaba que pudieran pedir, exigirle… remordimiento, inconsciencia, usurpación, abandono, dejación, recriminación {…} Con ella viajaba ‘su maleta’, y en ésta… tristeza, desengaño, dolor, aflicción, pavor, recuerdos de llantina desgarradora, (en ese caso y hasta aquí, preocuparse ya no tendría sentido). Aunque ella, lo que realmente había reservado, — era un billete con destino: esperanza, felicidad, risa, paz, tranquilidad, la liberación, verdadero amor. {…} ¿Sería grande

Nuestras mujeres mayores

Casi todos los escritores españoles de este momento sabemos por experiencia que la mayor parte de las gentes que asisten a nuestras conferencias son mujeres . Señoras que a menudo tienen ya una cierta edad. A veces ni siquiera son personas muy cultas, al menos en el sentido en el que habitualmente solemos utilizar la palabra cultura: algunas de ellas – al borde de los setenta años, después de toda una vida dedicada al trabajo y a cuidar de los demás- se han apuntado a algún club de lectura de los muchos que empiezan a proliferar por los pueblos y los barrios de numerosas ciudades. Se acercan a nosotros con los ojos brillantes, nerviosas y tímidas , para confesarnos que la nuestra es la primera novela que han leído, y que no sabían que leer una novela podía ser una experiencia tan íntima y tan rica . Antes, mientras trabajaban, criaban a los hijos, hacían todas las tareas domésticas, se ocupaban de un marido exigente y atendían a los mayores, no habían tenido tiempo.

Deseo ser tú calma

Deseo ser tú calma y en la noche el secreto que nos envuelve en silencio. Ser si lo quisieras un poema rebosante de verbos. Con los que acariciarte, con los que besarte y sino te asustará, amarte en momentos como estos. Si me dejaras, podría ser tu nada y hasta tu todo. Ser un pasajero silencioso en ese tu trayecto...ser la luz del faro que te guíe hasta mi puerto. ¡¡Sabes!! Desearía poseer la llave que abriera tu corazón. Ser un día la mujer de tus pecados pero nunca la de tus remordimientos. Si pudiera, que no puedo desearía ser todo eso y mucho mas ... Pero tú ya elegiste otro destino, otro puerto, seducido por su misterio ese que yo no poseo.

HISTORIA DE NANA

Nana era tímida, mimosa, agradecida. Su anhelo de afecto se debatía con el miedo al rechazo. No sé cómo fueron sus cinco primeros años de vida. Su temor a los humanos insinuaba la experiencia del maltrato. Si un extraño intentaba acariciarla, agachaba la cabeza y sus ojos parpadeaban, expectantes. La crueldad de los desconocidos no consiguió destruir su ternura. Cuando paseábamos por la estepa castellana, una tierra áspera y dura, no se separaba de mi lado y me observaba con gratitud y dulzura. Si aparecía un conejo, lo perseguía con atolondramiento. Después de correr unos metros entre jaras, pinos y matorrales, regresaba jadeando, feliz de saber que ya no estaba perdida. Es imposible esquivar a la muerte, pero al menos durante un tiempo hemos caminado juntos hacia ella, con la esperanza de reencontrarnos en un lugar donde ya no habrá aflicción ni desamparo. Nana Descubrí la existencia de Nana en la página de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madr

¿Qué se siente al ser vieja?

El otro día, una persona joven me preguntó:-¿Qué sentía al ser vieja?- Me sorprendió mucho la pregunta, ya que no me consideraba vieja. Cuando vio mi reacción, inmediatamente se apenó, pero le expliqué que era una pregunta interesante. Y después de reflexionar, concluí que hacerse viejo es un regalo. A veces me sorprendo de la persona que vive en mi espejo. Pero no me preocupo por esas cosa mucho tiempo. Yo no cambiaría todo lo qu e tengo por unas canas menos y un estomago plano. No me regaño por no hacer la cama, o por comer algunas "cositas" de más. Estoy en mi derecho de ser un poco desordenada, ser extravagante y pasar horas contemplando mis flores. He visto algunos queridos amigos irse de este mundo, antes de haber disfrutado la libertad que viene con hacerse viejo. -¿A quién le interesa si elijo leer o jugar en la computadora hasta las 4 de la mañana y después dormir hasta quien sabe qué hora?- Bailaré conmigo al ritmo de los 50's