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Mostrando entradas de abril, 2007

Tal vez mañana vuelva a empezar

Flirtea con la soledad Enterrar los miedos Escribir con el alma Respirar un sueño Convertirte en danza Beber el jazz a pequeños sorbos Llorar a carcajadas Reír emocionada Caminar sin dejar huella Y dejarse llevar por una melodía inacabada como tu vida y la mía. Podría seguir, podría si me lo propongo continuar pero mejor lo dejare aquí, y mañana tal vez vuelva a empezar.

Pensamientos conversos y cóncavos

Creo a diario mi propia confusión. Con inexistentes tijeras recorto sentimientos, emociones y miedos colocándolos en mí escenario. El desconcierto deambula dentro de mí. Los besos con sabor a engaño aun residen en el recuerdo. Un asesino de ilusiones sobre mi vida cabalga entre sorbo y sorbo de un café amargo que degusto en solitario. Negro sobre blanco, blanco sobre negro, retazos y más retazos. Un saco repleto de pensamientos conversos y cóncavos.

Busco la forma de mi amado

Busco la forma de mi amado en esa madurez serena, con la que se viste de lumínica magia. Lo busco en esos ojos humedecidos de escarcha y en esa sonrisa diáfana que suele decir mucho mas que calla. Busco en su desnuda piel ese aroma a deseo y lujuria que por mi cuerpo derrama. Busco la forma de mi amado eso y mucho más que he de seguir buscando...

Golpea la noche en la ventana

Con rotundos aldabonazos de silencio la noche golpea en mi ventana. Como con la llegada de un amante mis entrañas se encrespan enzarzadas por ese deseo insoslayable, que tus palabras esparcieron sobre mi, convertidas en desconocidas verdades, con las que fui cubriendo mi vida en la inconsciencia mas inenarrable. No sirve de nada abrir ese futuro en el que tu aroma aun persiste. Mis recuerdos están acostumbrados a perder, aliándose el deseo con la memoria. Golpea la noche en la ventana sacudiéndome el temor a confesarme…

Bocanadas de deseo

Engarzo el humo al contorno de tu cuello encendiéndose mi anhelo; consumiéndome con apenas rozarte. Me gusta tanto encender este momento contigo… Se diluyen lejos, muy lejos promesas y miedos… Y tú improvisas bocanadas de deseo; mentiras en mi piel. El hilo de ceniza se romperá de golpe, mientras la cúpula lunar que hace tiempo que tira, se ha extinguido en el cenicero.

Memoria deshojada

Memoria que te deshojas en el crepúsculo de la vida. Tic, tac, de un péndulo que oscilante en el vacío, recuerdas la ceniza de las horas que se deshace en el tiempo. Mientras zumba una negra mosca sobre el rostro dormido de un niño, pululando como sombra amenazante. El cric, crac, de un viejo sillón, el fuego en la chimenea, un libro abierto sobre la mesa, las ventanas entreabiertas. Imágenes perdidas en la memoria esa que en silencio agoniza.

Danzare

Danzare sobre cada una de tus palabras empapadas de esa desesperación que se conjuga en tu alma. Las palabras que fuimos compartiendo una a una se me fueron secando. En pleno vuelo quedaron los pájaros desatándose una vez más la memoria por entre lunas hechas con retazos de vidrio y licores de silencio, una vez mas estoy caminando. Danzare sobre cada una de esas huellas que me impregnaron de olvido y que algún día han de cicatrizar. Pasare del corazón a mis labios ahogando este poema trazado sin mas.

Los últimos pájaros de la noche

Despierto con los últimos pájaros de la noche aleteando sobre el borde oscuro de mi vientre. La luna es apenas una sonrisa en el cielo y como hilachas cuelgan, irracionales, los vestigios de un mundo enajenado. Cae la última estrella; el cielo se parte en dos. Una serpiente deja su último vestido para morir de cara al sol. Todo parece ser parte de un final que se anunciaba en ti desde hace tiempo, ahora aquí se encuentra, dolorosamente pétreo. Mientras a lo lejos sigo escuchando tu silencio repitiéndose una y otra vez como si fuese un eco.

Hombre de Luna

Cristales rotos sobre la noche. Ángeles o demonios danzan en la oscuridad hambrienta, de frías luces de neón. Hombre de la luna, la ausencia de tu voz al viento llama locura, cuando la locura soy yo. Bañada siempre en polvos de plata, por ser la Diosa de la sinrazón. Busca poseer mi cuerpo y quien los posee soy yo. Noches que afilan los miedos escondiéndolos en su interior

Pasaran los días y los meses

P asaran los días y los meses y con ellos los desengaños. Se deshojaran las noches llenándose de una indescriptible y cruel armonía que anegara de oscuridad, tu recuerdo. Si me acompañas lluvia abajo crearemos una tarde con los colores del sosiego Donde el misterio de tu adiós sea el compañero que me refugie. Cuando de mis labios salga tu nombre será convertido en huella, la que dejaste con forma de fe acompañándome en ese tiempo.. El otoño lentamente me ira envejeciendo secando todos mis pensamientos. No puedo curar ese pasado pues la ausencia de tu corazón sigue creciendo dentro de mi, haciéndome trazar un camino de vuelta para no olvidarte jamás.

Mi deseo nunca fue el de poseerte

M i deseo nunca fue el de poseerte, si no el de contemplarte y respirarte con el ansia de nunca haberlo hecho, convirtiéndonos en unos extraños que están disfrutando con sus cuerpos, visual o lingüísticamente convertido en deseo. Sentir que te restriegas contra mis senos, Y te hundes en la profundidad de mis muslos. hasta entronizarte dentro de mi sexo. E scuchar rítmicamente tu respiración y esos gemidos conjugados. M i deseo no es el de poseerte si no el de ofrecerte esta libertad que se esconde tras nuestros sexos. E n esos besos y caricias, en todos y cada uno de esos corporales escarceos que tú me ofreces y yo te ofrezco. E n esa pasión alimentada de palabras haciéndola crecer y crecer por momentos. M i deseo cielo, nunca fue el de poseerte por que te quiero en libertad como el viento.

En mi bosque

E n mi bosque se pierde tu lengua, en busca de mi húmedo sexo, alimentándote de sus aromas. En nuestros cuerpos agitados, la unión desesperada en la noche, de mundos desencantados, e inconexos. Tú me buscas, y yo te encuentro, tú penetras dentro de cada uno de mis huecos, plantando raíces, en mis entrañas, regándome con tu semen toda por dentro, que hará que nazcan raíces, que treparán por todo mi cuerpo, floreciendo en mi, cada mañana. Jadeos de sinfonías vivas, escapándose de nuestros sexos, cruzándose los tuyos con los míos, mientras tu me recorres, perdido, mientras yo te disfruto, te encuentro en esa pasión desenfrenada, que humedece de amor nuestros cuerpos; ofreciéndole un adiós a la noche, con el éxtasis mas completo. Recibiendo, en el silencio el alba.

Pinceladas de deseo

C i erro los ojos y con el pensamiento te palpo. y tu cuerpo trazo. Con uno de mis dedos quiero dibujar tus labios. sobre tu piel de lienzo, arrastro pinceladas de deseo con las que colorear tus ojos de lujuria, superponiéndose sensaciones, de colores inciertos. Respiraciones agitadas, trementina,óleo sudores y fluidos en la la confusión de nuestros cuerpos. Bocas y manos juegan en esos recintos por el deseo profanados. El éxtasis firma con una muerte instantánea de belleza repleta.

Descalza y desnuda

D escalza y desnuda, camino sobre la noche más negra. E l silencio me escucha. R ecorro con lentitud ese mismo camino, sobre el que mis pensamientos a diario tropiezan. L as sombras salen a mi paso, siendo una noche más testigo de esta vigilia, E l fresco del suelo me acaricia, me relaja. E rrante marcho sobre mis incertidumbres. C ierro mis ojos mis manos vacías palpan la nada. Mis inestables pasos, en esa espesa oscuridad avanzan. U na oleada de frío me empuja hasta la cama, busco en ella el consuelo de la tibieza de sus sabanas. D e nuevo cierro los ojos, buscando ese sueño que otra noche se retrasa. E n posición fetal logro escuchar a lo lejos, el caminar sereno que trae el alba

Un día te dire...

U n día te diré: al oído te deseo y con ello habré roto uno de mis miedos, ese que me impedía decirte lo que siento. M e atreveré a romper este silencio que ha encadenado todo mi cuerpo, robándole vida a mis sentidos. U n día te mirare a los ojos sonriendo te diré que quiero unir mi cuerpo a tu cuerpo, te pediré que descubras para mí con tus manos y con cada uno de tus besos ese mí desconocido cuerpo; derramándote por fuera y por dentro. S acare de mi todos y cada unos de mis besos, besos guardados durante tanto tiempo, rociando sobre ti cada uno de ellos, abriendo lentamente esas sensaciones que deseabas conocer desde hace tanto tiempo. Y o iré calmándome entre tus abrazos , susurros y jadeos mi desasosiego; mientras tu te pierdes en mí y yo dentro de ti me pierdo. M e respiraras agitado de deseo y tus labios pondrás sobre mis pechos quedando así rendido ante un resucitado cuerpo de la muerte que ejecutaron los miedos. U n día me atreveré a decirte todo

Al otro lado de la noche

Huir quiero al otro lado de la noche en la que tu habitas. Encontrarme en ese paraje infinito que perpetua nuestra unión, con la sonoridad que emite el deseo. Donde las palabras se conviertan en sentimiento. Dónde poder leer los signos que me muestra tu cuerpo. Haciéndome sabedora de lo que descubren sobre mi tus diestros dedos. Huir quiero al otro lado de la noche en la que tu habitas, haciendo de el nuestro universo.