Ir al contenido principal

No te miento mi amor



No. No te miento mi amor.
No te mienten mis “te quiero”
al deslizar mis manos y mis labios
sobre tu cansado cuerpo.
No te mienten mis “te quiero”
al trazar con mí lengua los camino
en curvas sobre todo tu ser.
No te mienten mis “te quiero”
convertidos en sorprendentes sensaciones
que te sacan de ese infierno
al que la vida te somete.
Deseo darte más de lo que ya esperas.
Deseo que reposes entre mis pechos
entre muslos agitados, temblorosos.
Deseo entrar más en ti,
un poco más en cada instante,
un poco más mientras mi calor te ata a mí,
un poco más mientras te disfruto,
un poco más mientras me disfrutas.
Saboreando esa sinfonía de gemidos,
esos jadeos acorde con el momento.
Créeme cuando te digo “te quiero”
mientras tú me dices que no puedes más
mientras te desbordas de placer.
Mis caderas siguen ese acompasado balanceo.
y de tus labios surge un “no pares”
surgiendo de esa copula el placer más inmenso.
No. No te miento mi amor.
No te mienten mis “te quiero”


A d@v

Comentarios

  1. Ana desplegando todo el poderío de su erótica.

    Más que fino es elegante, te quedó un poema precioso.

    Besos con ausencias.

    ResponderEliminar
  2. Muy bonito, me gustó y gracias por tu visita a nuestro blog.

    ResponderEliminar
  3. Si algo se ve con claridad diáfana es que no mientes. No miente quien expresa con tanta belleza la pasión y los sentires, esos que salen del fondo del alma.
    Muchos besos

    ResponderEliminar
  4. Desbordas sensualidad y erotismo.
    Besos
    Juan Lucas

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¡Que los Sabios Majos nos apapachen!

Siempre tuve dudas con respecto a la tradición de los Reyes Magos: mi hija, Mohammed, sobrinos, etc... Pero mi padre me había transmitido con tanta pasión la ceremonia de escribir la carta, limpiar los zapatos, colocarlos en la salita, que entonces también era cocina y comedor, y despertarnos temprano el día 6, que , cuando supe cual era la realidad y de donde procedían los regalos, mi padre dejaba de fumar una temporada para ayudar al ahorro, él y mi madre economizaban para que, al menos, una petición de cada uno se cumpliese, no lo superé muy bien. Alrededor de los 12 años, comenzaron a contar conmigo para la complicidad de los preparativos, y mi padre, a quien le gustaba Baltasar porque siempre fue del sur, me llevaba de la mano a buscar el pentotal de la ilusión de los 3 chiquitines. Una vez, a las 10 de la noche del día 5 de enero, se dio cuenta de que faltaban las pilas de la moto pedida por Juan. Y los dos, abrigo y bufanda colocados a toda prisa, salimos en busca de una ferrete...

Con uno de mis dedos

Con uno de mis dedos, rozo tus labios, dibujar tu boca intento. Cerrando los ojos te pienso siguiendo la línea con mi dedo, con el pensamiento te palpo. En tu rostro se dibuja una sonrisa, que por azar  es la que busco. La libertad entre mis dedos crea pinceladas de luces, hago nacer los ojos que deseo. Siguiendo los pasos ciegos sobre tu piel de lienzo , se derraman colores de deseo, entre caricias disuelto. Me miras, de cerca me miras, pero yo no te veo, solo te siento con el pincel de mis dedos jugamos tan solo a tocarnos. Nos miramos cada vez más de cerca yo, siempre con los ojos cerrados. Superponiéndose  sensaciones, de colores inciertos en respiraciones agitadas, se confunden nuestros cuerpos. Nuestras bocas se reencuentran mordiéndose con los labios, sabores de deseo degustamos perfumes de amores viejos, jugando en sus recintos. El silencio limpia nuestras frentes, sudorosas de trementina y óleo. Entonces mis manos buscan hundirse en tu enmarañado cabello...

Deseo ser tu calma.

Deseo ser tu calma y en la noche el seSer si lo quisieras un poema rebosante de verbos. Con los que acarciarte Con los que besarte y sino te asustara , amarte en momentos como estos. Si me dejaras, podria ser tu nada y hasta tu todo. Ser un pasajero silencioso en ese tu trayecto...ser la luz del faro que te guíe hasta mi puerto. ¡¡Sabes!! desearía poseer la llave que abriera tu corazón. Ser un día la mujer de tus pecados pero nunca la de tus remordimientos. Si pudiera, que no puedo desearía ser todo eso y mucho mas ... Pero tú ya elegiste otro destino, otro puerto, seducido por su misterio ese que yo no poseo.creto que nos envuelve en silencio.