Fantasmas de nieve en los cristales
el dolor de un secreto callado,
se desliza silenciosamente
por esas cuatro paredes
un perderse y no atreverse
un aroma a fracaso
por toda la estancia se percibe.
Los recuerdos salen de debajo de la cama
recostada en el sillón espero
en mi vida es habitual, costumbre
un cigarro tiembla entre mis dedos
su humo sube y sube…
Tan solo el péndulo del reloj se mueve
con un tic tac repetitivo
en el espejo hay un rostro,
el rostro de alguien que ha envejecido,
sus facciones me son familiares.
La ceniza cae en silencio
dejando sobre el suelo un cerco.
Los fantasmas de los cristales
han ido desapareciendo
el sol ya ha salido
y yo aún aquí espero
a que tú asomes de nuevo.Dedicado a mi querido Ignacio mas conocido como © Igna
Con esa forma de esperar, con ese cariño que demuestras tiene que aparecer y asomar en cualquier momento, así te lo deseo Ana.
ResponderEliminarAbrazos y que tengas buen fín de semana.
Pues es un bello poema, lleno de amor y no precisamente de nieve...
ResponderEliminarPrecioso
´
Besos. Feliz fin de semana
Ana Ignacio no ha desaparecido, tu bien sabes los motivos que me alejan momentaneamente, la piel es todo sensaciones de....
ResponderEliminarNo hay narcóticos, que palien de momento.
Mis besos, mi agradecimiento por tu poema.
Una vez más, me ha encantado tu texto. Sugerente y que es capaz de insinuar demasiadas cosas con pocas palabras. Escritura personal y verdadera. Gracias por ella.
ResponderEliminarSabes que te persigo en esta blogsfera de bellas palabras.
Un fuerte abrazo.
Luis Q.
www.autobiografiaporescribirluisquinonesc.blogspot.com
Tu labor diaria, tu buen hacer, el sentimiento que pones en cada uno de tus versos, el amor que de ellos se desgajan... te hacen cada día más y más maravillosa.
ResponderEliminarLlegarás a esa meta que te has propuesto... pues el buen hacer y el amor aunque despacio querida Ana, se abren camino no lo dudes.
Besos.
Juan Lucas.
Demasiada nostalgia de la que hablas mas abajo... Hoy me es complicado leerte, no por el tiempo ni la gana, sencillamente porque en ocasiones dan miedo ciertas palabras.. sobre todo cuando acabas de aplicar una leve gasa a las heridas abiertas, de calmar con las suaves y tamizadas miradas del amor esa extenuante sensibilidad que todo lo siente, que todo lo narra, que todo lo padece, sufre .. o disfruta. Atisbos de paz mezclados de echar de menos, sonrisa que emerge de lo espontaneo.. vidas que mueven el amor y luces que apagan la distancia y la soledad..
ResponderEliminarA modo de un pequeño "rasguño" de esperanza en tu escrito..