Siempre tuve dudas con respecto a la tradición de los Reyes Magos: mi hija, Mohammed, sobrinos, etc... Pero mi padre me había transmitido con tanta pasión la ceremonia de escribir la carta, limpiar los zapatos, colocarlos en la salita, que entonces también era cocina y comedor, y despertarnos temprano el día 6, que , cuando supe cual era la realidad y de donde procedían los regalos, mi padre dejaba de fumar una temporada para ayudar al ahorro, él y mi madre economizaban para que, al menos, una petición de cada uno se cumpliese, no lo superé muy bien. Alrededor de los 12 años, comenzaron a contar conmigo para la complicidad de los preparativos, y mi padre, a quien le gustaba Baltasar porque siempre fue del sur, me llevaba de la mano a buscar el pentotal de la ilusión de los 3 chiquitines. Una vez, a las 10 de la noche del día 5 de enero, se dio cuenta de que faltaban las pilas de la moto pedida por Juan. Y los dos, abrigo y bufanda colocados a toda prisa, salimos en busca de una ferrete...
Hermoso blog!!! Hermosos poemas!!! Bravo poetisa!!!
ResponderEliminarTe sigo y agradezco tu comentario
Saludos
Tus sueños se abrazan a la esperanza
ResponderEliminarcon el temor de que solo sea una
burbuja que explotará en cualquier
momento... pero encontrando esa
seguridad y calma con su cercanía.
hermoso poema amiga.
Ƹ̴Ӂ̴Ʒ....•¦♥¦•.....•¦♥¦•.....•¦♥¦•.....•¦♥¦•.... Ƹ̴Ӂ̴Ʒ
Gracias por tu bello comentario dejado en mi blog, que me trae hasta el tuyo, el cual me ha encantado tu rincón y te acabo de dejar enlazada como seguidora y también en mi lista de blogs.
ResponderEliminarTe abrazo en la distancia
en los sueños
y con mi mirada.
Te abrazo en la ausencia
con el alma de mi corazón.
Un beso.
hay que disfrutar de los suelos hermosos y dejar que nos inunden de energia...cuando se desvanezcan, ya tendremos tiempo de que la tristeza nos cubra
ResponderEliminarBesos