iempre me gustó verlo dormir. Lo hice durante mucho tiempo a través de la abertura de la puerta de su dormitorio. Dormía y duerme desnudo. Desde mí escondite podía disfrutar de su cuerpo. Acariciaba con mis manos de adolescente virgen su espalda velluda con sumo cuidado, como si temiera despertarlo. Me deslizaría suavemente hasta sus nalgas. Yendo y viniendo por cada una de las partes expuestas a mí mirada curiosa y excitada. Es un ritual que el desconoce, que inicié no hace mucho y que he ido perfeccionando con el tiempo. Con ese hombre llegué a sentir cómo mí cuerpo de niña se alejaba, dejando en su lugar el de una adolescente que no lo veía como su padrastro, si no cómo hombre. Su cuerpo tenía la fuerza de perturbarme hasta humedecerme. Y no su cuerpo sino la brisa sudorosa que emanaba de sus poros. Mis manos necesitaban perderse bajo mí camisón y acariciar ese púbis casi infantil y adentrarse en ese sexo que parecía contener en sus profundidades un fuego en...

Hermoso blog!!! Hermosos poemas!!! Bravo poetisa!!!
ResponderEliminarTe sigo y agradezco tu comentario
Saludos
Tus sueños se abrazan a la esperanza
ResponderEliminarcon el temor de que solo sea una
burbuja que explotará en cualquier
momento... pero encontrando esa
seguridad y calma con su cercanía.
hermoso poema amiga.
Ƹ̴Ӂ̴Ʒ....•¦♥¦•.....•¦♥¦•.....•¦♥¦•.....•¦♥¦•.... Ƹ̴Ӂ̴Ʒ
Gracias por tu bello comentario dejado en mi blog, que me trae hasta el tuyo, el cual me ha encantado tu rincón y te acabo de dejar enlazada como seguidora y también en mi lista de blogs.
ResponderEliminarTe abrazo en la distancia
en los sueños
y con mi mirada.
Te abrazo en la ausencia
con el alma de mi corazón.
Un beso.
hay que disfrutar de los suelos hermosos y dejar que nos inunden de energia...cuando se desvanezcan, ya tendremos tiempo de que la tristeza nos cubra
ResponderEliminarBesos