Llovieron para nosotros
noches exorcizantes,
en las que sucumbimos
como mortales a esa locura carnal,
buscándonos , palpándonos,
penetrándonos hasta el infinito,
renaciéndonos en cada uno de ésos instantes,
calmando esos inexistentes miedos
aferrándosen nuestros cuerpos con desesperación.
Mis muslos entre los tuyos
enzarzados en esa cruzada
supurando restos de lo que fuimos,
llegando a ese orgasmo reparador.
Fertilizándome tu miembro
con la humedad del semen liberador.
Llovieron noches y noches ….
Eros en destellos precisos, ni una palabra de más, ni de menos. La pasión desbocada, exprimida, sentenciada a morir en un par de segundos que nos llevan al cielo.
ResponderEliminarSaludos para ti.
Tstiana
http://secuenciasdelalma.blogspot.com/