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La soledad



La soledad no se encuentra, se hace. La soledad se hace sola. Yo la hice. Porque decidí que era allí donde debía estar sola, donde estaría sola para escribir libros. Sucedió así. Estaba sola en casa. Me encerré en ella, también tenía miedo, claro. Y luego la amé. La casa, esta casa, se convirtió en la casa de la escritura. Mis libros salen de esta casa. También de esta luz, del jardín. De esta luz reflejada del estanque. He necesitado veinte años para escribir lo que acabo de decir.

Marguerite Duras

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Llueve rojo

Llueve rojo mientras contemplo y escudriño esos charcos de turbios recuerdos Llueve rojo salpicando sobre mis pechos, rodando por mí vientre hasta enredarse en la maraña de mí pubis. Llueve rojo y mis labios pronuncian palabras sobre esas sábanas ahora resecas. Guardo silencio en ese amor atemporal y exprimo esos adverbios complejos. Demasiados deseos haciéndose charcos, charco de lluvia roja ... Por eso hoy pienso y callo y espero en rojo…

Divagando una vez mas

        L o visible se hace invisible las verdades ocultas, distinguibles, los secretos, nos seducen. U n mundo físico se va dibujando con palabras inimaginables. Recónditas limitaciones humanas, entre ellas las del lenguaje. P alabras que nunca alcanzan a complejos personajes. Sombras misteriosas buscan pensamientos que divagan. Y o siempre inescrutable me sigo perdiendo sin encontrarme.

Es una lastima que no estés conmigo

Es una lastima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las doce , entrada la madrugada, hora que llaman bruja por estar repleta de magia. Me pongo ante una pantalla blanca y te escribo olvidándome por completo de ese dolor de espalda. Busco palabras que se conviertan en besos y caricias en conjuros cargados de sensaciones dulces y amargas. Es una verdadera lastima que no estés aquí conmigo cuando el día y la noche se funden Y vuelvo a mirar ese reloj y sigue esa misma hora, conservándose intacto ese paisaje que te reclama, en el que podamos prometernos bajo esos crepúsculos neutros que no seré ella, ni tú serás él , por que siempre seguiremos siendo nosotros los que fuimos cuando nos cruzamos en un mismo camino cargados de nuestras propias etapas. Es una lastima que no estés conmigo, una verdadera lastima…