Esto es para ti. Es lo único que puedo
darte. Eres la niña que no he tenido. Eres el dolor que se hunde en mi
costado. No me dueles tú. Me duele que no hayas salido de mí. No me
importa que hayas venido al mundo en otro lugar, pero a veces pienso que
el tiempo nos separará. El tiempo no suele ser compasivo. El tiempo no
entiende de afectos.
Esto es para ti porque tu corazón no ha fingido un falso amor. El amor entre padre e hija es la fuente que alivia la vejez, el frescor que penetra por la ventana y espanta el miedo y la soledad. Esto es para ti porque haces renacer al árbol yerto, que había agachado la cabeza para hundirse lentamente en la tierra. Gracias a ti, el árbol ha reverdecido, ha levantado los ojos y sus ramas tienden sus manos hacia un cielo ebrio de claridad.
Esto es para ti porque me has ayudado a saltar la última tapia, esa hilera de piedras que me impedía adentrarme en la montaña, buscando el sonido del agua. Has sostenido mi cuerpo cansado y no te has impacientado porque necesito tres pasos para igualar cada uno de los tuyos. Me has agarrado del brazo y te has convertido en un hermoso báculo, que no cesa de florecer e hincharse como un almendro en flor. Tus dedos son nardos que perfuman mis sueños. Tu cuerpo es aire, sol, mar, viento que dora la carne, sin quemar la piel. La piel de los ancianos es un pergamino que apenas puede doblarse sin romperse en mil pedazos, pero tus yemas resbalan por las palabras prolongando su vida un poco más.
Esto es para ti porque tu pecho derrite el hielo. El hielo que enfría el alma empezó a formarse con las primeras pérdidas, pero gracias a ti comienza deshacerse. Tu pecho es el consuelo de los niños tullidos, el amor que te rescata del olvido, el coraje que te devuelve a tus seres queridos. Tu pecho rebosa vida. Cada latido es como una ventana que te muestra el triunfo de la primavera sobre el oscuro invierno. La muerte se queda sola cuando tú apareces rodeada de niños. Los niños sanos trepan por tus piernas y se divierten con tu pelo llameante, pero tú siempre miras hacia atrás, buscando a los niños rezagados, que te siguen con sus muletas, suplicándote en silencio que nos les olvides.
Esto es para ti porque haces que las muletas y los bastones hagan el ridículo. Los bastones y las muletas apenas pueden competir con tu risa, que empuja con la fuerza de un beso en las mejillas. Un beso es un fenómeno de la naturaleza. Las hijas que besan a los ancianos y a los niños tullidos les liberan de su melancolía. Un beso es un soplido en la nuca, que te despierta dulcemente de la siesta. Un beso es una pirueta que hace sonreír a los cuerpos fatigados, donde el tiempo conspira contra los recuerdos. Un beso es una caricia que enciende los ojos de un perro vagabundo.
Esto es para ti porque haces que las entrañas de la tierra honren a sus muertos. Los muertos que yacen bajo cunetas anónimas piensan que su muerte sirvió para algo. Morir mereció la pena para que nacieran muchachas con el pelo encarnado, donde se cobijan los niños hambrientos. Tu pelo es una lengua de fuego que baja hasta el mar. El mar arde porque las chicas ya no acuden a las playas enlutadas, con la carne tristemente blanca. Las chicas de pelo rojo lanzan gritos de gozo, que se alzan como altas empalizadas, conteniendo el dolor de los infortunados. El dolor se ahoga en el mar. Las algas se enredan en sus tobillos y no le permiten sacar la cabeza para respirar.
Esto es para ti porque este verano empezaste a leer lo que escribo. Esto es para ti porque amas a los perros, los ancianos y los mendigos. Esto es para ti porque tu alma tiembla de ira cuando alguien hace daño a los que han sido maltratados por la vida. Esto es para ti porque amas la vida y renuevas tu amor por las cosas cada día. Esto es para ti porque no te avergüenzas de tu carne. El cuerpo declina y nos hace sufrir, pero hasta que eso suceda nos acompaña en todos nuestros juegos. Esto es para ti porque aún no se ha escrito la historia de las chicas de pelo rojo que se enfrentan al mundo con un parche de filibustero. Esto es para ti porque has apreciado la belleza de los humillados y los vencidos. Esto es para ti porque no te acobardas cuando la España dura, sempiterna, la España que calcina los campos con su odio y fusila a sus poetas en barrancos sembrados de olivos, muestra sus pequeños ojos resentidos, impacientes por añadir más sufrimiento a un mundo extenuado y doliente.
Esto es para ti porque me has prometido sentarte a mi lado para contagiarme la luz de tus ojos. La luz de una juventud que ilumina el último tramo de una existencia fatigada. Esto es para ti porque el amor de una hija es tan puro como una incruenta partida de parchís, donde perder significa celebrar que otras manos se han cruzado con las tuyas, mientras empujaban las fichas por un pequeño tablero de colores. Esto es para ti porque todos necesitamos unas manos que nos ayuden cuando la edad nos impida subir unas escaleras, abrocharnos un abrigo, atarnos los cordones de los zapatos o leer el prospecto de una medicina con sabor a rayos. Esto es para ti porque amas Up, porque te habrías subido a la casa volante del viejo Carl para realizar el sueño de Ellie. Esto es para ti porque tu alma se parece a las cataratas Paraíso. Tu alma parece lejana, estruendosa y cambiante, pero sólo hay que acercase a ella para escuchar un rumor rebosante de ternura.
Esto es para ti porque tus palabras han ahuecado mi almohada y esta noche he dormido sin pensar en la muerte, la vejez y la soledad. El futuro es impredecible, pero el presente es hermoso. Es hermoso gracias a ti, que has nacido de otra carne y otro costado, pero que de alguna manera ya estás fundida con mi porvenir. Puede que no estés a mi lado en la última hora, pero la última hora no será tan amarga porque tus palabras ya están dentro de mí.
RAFAEL NARBONAEsto es para ti porque tu corazón no ha fingido un falso amor. El amor entre padre e hija es la fuente que alivia la vejez, el frescor que penetra por la ventana y espanta el miedo y la soledad. Esto es para ti porque haces renacer al árbol yerto, que había agachado la cabeza para hundirse lentamente en la tierra. Gracias a ti, el árbol ha reverdecido, ha levantado los ojos y sus ramas tienden sus manos hacia un cielo ebrio de claridad.
Esto es para ti porque me has ayudado a saltar la última tapia, esa hilera de piedras que me impedía adentrarme en la montaña, buscando el sonido del agua. Has sostenido mi cuerpo cansado y no te has impacientado porque necesito tres pasos para igualar cada uno de los tuyos. Me has agarrado del brazo y te has convertido en un hermoso báculo, que no cesa de florecer e hincharse como un almendro en flor. Tus dedos son nardos que perfuman mis sueños. Tu cuerpo es aire, sol, mar, viento que dora la carne, sin quemar la piel. La piel de los ancianos es un pergamino que apenas puede doblarse sin romperse en mil pedazos, pero tus yemas resbalan por las palabras prolongando su vida un poco más.
Esto es para ti porque tu pecho derrite el hielo. El hielo que enfría el alma empezó a formarse con las primeras pérdidas, pero gracias a ti comienza deshacerse. Tu pecho es el consuelo de los niños tullidos, el amor que te rescata del olvido, el coraje que te devuelve a tus seres queridos. Tu pecho rebosa vida. Cada latido es como una ventana que te muestra el triunfo de la primavera sobre el oscuro invierno. La muerte se queda sola cuando tú apareces rodeada de niños. Los niños sanos trepan por tus piernas y se divierten con tu pelo llameante, pero tú siempre miras hacia atrás, buscando a los niños rezagados, que te siguen con sus muletas, suplicándote en silencio que nos les olvides.
Esto es para ti porque haces que las muletas y los bastones hagan el ridículo. Los bastones y las muletas apenas pueden competir con tu risa, que empuja con la fuerza de un beso en las mejillas. Un beso es un fenómeno de la naturaleza. Las hijas que besan a los ancianos y a los niños tullidos les liberan de su melancolía. Un beso es un soplido en la nuca, que te despierta dulcemente de la siesta. Un beso es una pirueta que hace sonreír a los cuerpos fatigados, donde el tiempo conspira contra los recuerdos. Un beso es una caricia que enciende los ojos de un perro vagabundo.
Esto es para ti porque haces que las entrañas de la tierra honren a sus muertos. Los muertos que yacen bajo cunetas anónimas piensan que su muerte sirvió para algo. Morir mereció la pena para que nacieran muchachas con el pelo encarnado, donde se cobijan los niños hambrientos. Tu pelo es una lengua de fuego que baja hasta el mar. El mar arde porque las chicas ya no acuden a las playas enlutadas, con la carne tristemente blanca. Las chicas de pelo rojo lanzan gritos de gozo, que se alzan como altas empalizadas, conteniendo el dolor de los infortunados. El dolor se ahoga en el mar. Las algas se enredan en sus tobillos y no le permiten sacar la cabeza para respirar.
Esto es para ti porque este verano empezaste a leer lo que escribo. Esto es para ti porque amas a los perros, los ancianos y los mendigos. Esto es para ti porque tu alma tiembla de ira cuando alguien hace daño a los que han sido maltratados por la vida. Esto es para ti porque amas la vida y renuevas tu amor por las cosas cada día. Esto es para ti porque no te avergüenzas de tu carne. El cuerpo declina y nos hace sufrir, pero hasta que eso suceda nos acompaña en todos nuestros juegos. Esto es para ti porque aún no se ha escrito la historia de las chicas de pelo rojo que se enfrentan al mundo con un parche de filibustero. Esto es para ti porque has apreciado la belleza de los humillados y los vencidos. Esto es para ti porque no te acobardas cuando la España dura, sempiterna, la España que calcina los campos con su odio y fusila a sus poetas en barrancos sembrados de olivos, muestra sus pequeños ojos resentidos, impacientes por añadir más sufrimiento a un mundo extenuado y doliente.
Esto es para ti porque me has prometido sentarte a mi lado para contagiarme la luz de tus ojos. La luz de una juventud que ilumina el último tramo de una existencia fatigada. Esto es para ti porque el amor de una hija es tan puro como una incruenta partida de parchís, donde perder significa celebrar que otras manos se han cruzado con las tuyas, mientras empujaban las fichas por un pequeño tablero de colores. Esto es para ti porque todos necesitamos unas manos que nos ayuden cuando la edad nos impida subir unas escaleras, abrocharnos un abrigo, atarnos los cordones de los zapatos o leer el prospecto de una medicina con sabor a rayos. Esto es para ti porque amas Up, porque te habrías subido a la casa volante del viejo Carl para realizar el sueño de Ellie. Esto es para ti porque tu alma se parece a las cataratas Paraíso. Tu alma parece lejana, estruendosa y cambiante, pero sólo hay que acercase a ella para escuchar un rumor rebosante de ternura.
Esto es para ti porque tus palabras han ahuecado mi almohada y esta noche he dormido sin pensar en la muerte, la vejez y la soledad. El futuro es impredecible, pero el presente es hermoso. Es hermoso gracias a ti, que has nacido de otra carne y otro costado, pero que de alguna manera ya estás fundida con mi porvenir. Puede que no estés a mi lado en la última hora, pero la última hora no será tan amarga porque tus palabras ya están dentro de mí.
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