S é que añoras en silencio la pasión de antaño. Siento como destilas serenamente esa cuestión. Como sé qué optaste por vivir las mañana y olvidarte de las noches, aunque puedan algunos pensar que aquello no fue una elección. La vida de las pasiones había llegado a su final. Aprendiste a tomarle el gusto a las cosas sencillas y con ello sentirte en paz. Nunca pretendiste engañarte, sabes que la verdadera vida se halla en otra parte, solo que esa ya la viviste. Y te mató. A d@v