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Entradas

Dejó de ser un juego de dos

l tu regreso del trabajo me encontraste con un libro entre unas manos, cargadas de inquietud. Te inclinaste sobre mí, dejando sobre mis labios el roce de un beso express. No reparaste en ese camisón de gasa negro que precisamente estrenaba esa noche para ti.Con la ilusión de  una niña , esa tarde me había dedicado a ponerme lo más bonita posible para tu regreso. Me cepille el cabello, puse un poco de color en los labios, me pellizque las mejillas para prestarles un poco de color y terminé poniéndome unas gotas de ese perfume que tanto te gustó en otros tiempos. ¡Sabes! al mirarme en el espejo de nuestro dormitorio, esperaba que ese receptáculo de cristal, llegara a  mostrarme la imagen de aquella mujer de la que te enamoraste hace veintiséis años, necesitaba sacar valor para poder seguir con aquello. Tu rostro denotaba un enorme cansancio y el mío una vez más se encontraba teñida de esa decepción que no llegaste a percibir .      Te vi c...

Interseción de dos cuerpos

De tu boca, a mi boca, de tu vientre, a mis pechos, de mi sexo, a tu sexo. Un cruce de cuerpos que durante mucho tiempo estuvieron áridos de todas estas huellas de las que hoy se impregnaron . Hoy soy tus labios, y tu mi sexo. Brindándonos sensaciones sobre el que será nuestro universo, dejando, que tu humedad y la mía se conviertan en la clave de ese eterno reto. Inundaras mi boca con la impaciencia de tu miembro, creerás morir, cuando en realidad estarás renaciendo, al estallar este baño de pasión, que nos recorrerá por fuera y por dentro. en esa intersección de un mágico encuentro.

Carta

E sto digo aunque no pienso, puede ahora en sentimientos, sin querer decir "lo dije", lo dije porque lo siento, y no me arrepiento, de lágrimas derramadas por solo decir te quiero. E sta carta no es solo mía, tiene dueño. Pertenece al que escribió, fundido en nuestros recuerdos: Puede que Ana se arrepienta, pero, ¿qué será del resto? C on lo frágil, ¿que me siento? En el amor descubierto. D ejará su dueño sus palabras rotas dentro de éste infierno? M iro hacía el horizonte todo azul, todo nuestro, todo nuestro alrededor, y mi cuerpo ante tu cuerpo, y es en ese momento cuando me olvido de todo, de los sueños, de tesoros, de apartarme de éste puerto. Flores que hoy me acompaña mi dueño. Y no quiero desperdiciar un minuto flotan por el viento y comparto estos instantes con la persona que sueño, y quito del pensamiento, las roturas de esa carta. P orque esa carta es del dueño, una promesa cumplida sin tentaciones ni ensueños. Navega velero corre que el viento nos acomp...

Jazzman

“ Eran las tres de la mañana, la juez Helen Richok y el forense a su cargo acababan de levantar el cadáver de otro indigente. Regresaron al juzgado en el coche oficial. En el rostro de  los policías se podía ver signos de tedio mientras veían alejarse el furgón del Instituto Técnico Forense ” e fui perdiendo. Mi conducta fue siendo cada vez más caótica por la continua mezcla  de  drogas y alcohol.  Con  el tiempo esa mezcla restaría a mi mente  momentos de lucidez. Las grabaciones y giras musicales, no eran las de antes, ni mucho menos. Por lo que un día, tomé la decisión de marcharme, escapando de ese mundo que había conseguido asfixiarme. Mi equipaje,  se redujo tan solo una botella de whisky y al saxofón  que de niño me regaló mi padre, aun olía a chatarra y alcohol barato. Regresé a esa parte de la ciudad de la que la que salí  siendo un adolescente. Tras mucho caminar, mis pasos se detuvieron ante un edificio. Me senté...

Como petalos resecos

Caen uno a uno pétalos resecos como gotas de agua sobre esas arrugadas y áridas sábanas que representan una vida Uno a uno lentamente como esos finos granos de arena de un reloj que impasiblemente marca el ayer, marca el hoy, y tal vez este ya marcando un mañana… Despierta, miro esa almohada sobre la que soledad aun duerme y no logro despertarla. Seguirán cayendo pétalos resecos mezclándose con esos deseos esparcidos por esas mismas arrugadas y áridas sabanas con aroma al silencio. de todas mis madrugadas

Te regalaría

Te regalaría mis transparentes caricias, mis susurrados besos, mis adormecidas maneras. Todo eso te regalaría en ésta latitud en la que me hallas, sobre la que llueven estos silenciosos conjuros. Tú que lanzaste la vida sobre mí aquí me tienes, toma esto que te ofrezco. Mírame, saboréame, huéleme Y si lo deseas esparce caricias sobre mí adormecido cuerpo. Hazlo pronto, hazlo antes de que se rompa el hechizo y regresen a ti, ésos tus oxidados miedos.

Volver a respirar

Volver a respirar la flor que crece en mi. La sequía de estos momentos se la podría llevar y dejar en su lugar esta tristeza que converge con mis idas y venidas. Los dolores se acallan, no son nada al serlo todo. Nacen dudas, que se revisten de esos miedos que oculto intentándolos olvidar. Volver a respirar. Colmo de aire mis pulmones, para volverlo expulsar y encontrar en ello la paz… esa paz que  necesito cada día más y más . Este  jardín que es mi vida de hojarasca  esta lleno y he de volverlo a limpiar . Necesito para ello que renazca una vez más la esperanza de que todo lo que  viene, se va.