El niño John no es el niño Juan. Los ojos del niño John y los ojos del niño Juan no ven las mismas cosas en el fondo del lago. Foto de José Palazón Bajo los párpados del niño John, la sed es un caballito de mar que vale dos dólares. Bajo los párpados del niño Juan, aletean las mariposas negras del vendedor de sandías. El niño John tiene un martillo de cristal, Las manos del niño John cuentan las semillas de las estrellas, los dedos del niño Juan juegan con la chapa de la luna nublada. Los ojos del niño John y los ojos del niño Juan no miran a los mismos pájaros que tiemblan en la oscuridad. El niño John trae a su madre el declive de la montaña, el ruido del río, la perla de granizo le trae el niño Juan. Cuando se hace de noche la sombra del niño John sueña que es la sombra del niño Juan cuando se ha hecho de día. (Juan Carlos Mestre) Y, sin embargo, a pesar de esta distancia, se diría que se buscan y se necesitan, que se complementan, qu...