Ir al contenido principal

Entradas

¡Que los Sabios Majos nos apapachen!

Siempre tuve dudas con respecto a la tradición de los Reyes Magos: mi hija, Mohammed, sobrinos, etc... Pero mi padre me había transmitido con tanta pasión la ceremonia de escribir la carta, limpiar los zapatos, colocarlos en la salita, que entonces también era cocina y comedor, y despertarnos temprano el día 6, que , cuando supe cual era la realidad y de donde procedían los regalos, mi padre dejaba de fumar una temporada para ayudar al ahorro, él y mi madre economizaban para que, al menos, una petición de cada uno se cumpliese, no lo superé muy bien. Alrededor de los 12 años, comenzaron a contar conmigo para la complicidad de los preparativos, y mi padre, a quien le gustaba Baltasar porque siempre fue del sur, me llevaba de la mano a buscar el pentotal de la ilusión de los 3 chiquitines. Una vez, a las 10 de la noche del día 5 de enero, se dio cuenta de que faltaban las pilas de la moto pedida por Juan. Y los dos, abrigo y bufanda colocados a toda prisa, salimos en busca de una ferrete
Entradas recientes

EL OTRO DIOS.

Yo nunca creeré en: El Dios que “sorprenda” al hombre en un pecado de debilidad. El Dios que condene la materia. El Dios que ame el dolor. El Dios que ponga luz roja a las alegrías humanas. El Dios mago y hechicero. El Dios que se hace temer o no se deja tutear. El Dios que se haga monopolio de una iglesia, de una raza, de una cultura o de una casta. El Dios que juega a condenar. El Dios que «manda» al infierno. El Dios incapaz de perdonar lo que muchos hombres condenan. El Dios incapaz de comprender que los niños deben mancharse y son olvidadizos. El Dios que exija al hombre, para creer, renunciar a ser hombre. El Dios a quien no temen los ricos a cuya puerta yace el hambre y la miseria. El Dios al que adoran los que van a Misa y siguen robando y calumniando. El Dios que no supiese descubrir algo de su bondad, de su esencia, allí donde vibre un amor por equivocado que sea. El Dios que condene la sexualidad. El Dios para quien fuese el mismo pecado complacerse con la vista de unas pier

Es Hora De Redefinir El Virtuosismo

Puede ser difícil concentrarse cuando Alice Sheppard baila.  Alice Sheppard está moviendo la conversación más allá de la pérdida y la adversidad Su reciente carrera con entradas agotadas de DESCENT en New York Live Arts, por ejemplo, ofreció una constelación de estímulos. En el escenario había una gran rampa arquitectónica con una variedad de picos y planos. Había un intrincado diseño de iluminación y proyección. Había una partitura musical que se desarrollaba como un poema épico. También hubo una partitura en vivo: los sonidos de los cuerpos de Sheppard y su compañera bailarina Laurel Lawson interactuando con las superficies debajo de ellos.   Y había sillas de ruedas. Pero si cree que las sillas de ruedas son el centro de este trabajo, se está perdiendo algo vital sobre lo que crea Sheppard. “A menudo, para los miembros del público sin discapacidades”, dice, “el trabajo no es real hasta que ven la silla”.  Las curiosas solicitudes para saber por qué Sheppard usa una silla de ruedas r

"Les cuento…

Lo escribí hace años, pero siempre tiene vigencia... Paria, desterrado, perseguido, al paso tortuoso de la mula y envuelto entre las ropas de su madre, llegó a Belén huyendo de la locura y la barbarie.  Eso dice la historia y no es nada difícil que haya sido así porque a diario vemos que ocurren estas cosas. Aquel hijo recién nacido del carpintero José, descansó aquella noche en un pesebre de las afueras de la ciudad, en un jergón de paja, entre las miasmas de los bueyes y los burros, como bien podría nacer el hijo de cualquier ocupa de hoy, de cualquier hijo de obrero en paro y ama de casa sacrificada y amante de los suyos.   Tal como, cualquier pequeño venido al mundo en alguna comunidad aborigen de América, cuyo pueblo es vendido a terratenientes con ellos dentro y todo. Como todo ser que ve la luz en medio de la metralla y las bombas cazamargaritas, la violencia y el hambre, que es la mayor de todas las violencias y huye, buscando un lugar en la tierra donde sentarse a ver la

Konrad Lorenz: amores perros

Konrad Lorenz no ha sido el primer científico que intentó comprender el comportamiento de los animales, pero su estrecha convivencia con el perro desde su adolescencia le permitió escribir en 1950 el ensayo Cuando el hombre encontró al perro, un testimonio apasionado del estrecho vínculo entre dos especies que se aliaron hace miles de años para sobrevivir en un mundo hostil. Lorenz apreciaba la fidelidad del perro, pero se esforzó en preservar la independencia de un depredador con enormes dosis de ternura. Sus perros siempre se caracterizaron por su libertad y coraje. No eran mascotas, sino amigos que conservaban sus impulsos naturales.  Konrad Lorenz ha sido cuestionado por su connivencia con el nazismo. Fue militante del Partido Nacionalsocialista y se mostró partidario de las tesis eugenésicas. Se sospecha que participó en investigaciones oficiales sobre diferencias raciales, convencido de la necesidad de aplicar los principios del darwinismo social, según el cual no debe neutraliza

EL HOLOCAUSTO DEL QUE NADIE QUIERE HABLAR...

Hablar de que Roca generó un genocidio sobre los pueblos indígenas del sur de nuestro país es reconocer que realmente fue eso: una incursión armada, desde el estado creciente, sobre un espacio ocupado por poblaciones que ya lo poseían desde mucho tiempo antes, con el objetivo de diezmar a la población, despojarlos y ocupar sus territorios, secuestrar sus recursos y desintegrarlos culturalmente.  El exterminio del que fueron objeto fue llevado a cabo con la obsesión de la “limpieza de la nación”, de quienes Roca consideraba “salvajes”: “Hasta nuestro propio decoro como pueblo viril a someter cuanto antes, por la razón o por la fuerza, a un puñado de salvajes...”.(1)  La mal llamada “Conquista del Desierto” cumplió su cometido. La nación se forjaba bajo la violencia del estado sobre las poblaciones que históricamente habían vivido en sus territorios.  Los campos de concentración de la “conquista del desierto Los sobrevivientes de la llamada “Conquista del Desierto” holocausto argentin

Saber de alguien