El otro día, una persona joven me preguntó:-¿Qué sentía al ser vieja?- Me sorprendió mucho la pregunta, ya que no me consideraba vieja. Cuando vio mi reacción, inmediatamente se apenó, pero le expliqué que era una pregunta interesante. Y después de reflexionar, concluí que hacerse viejo es un regalo. A veces me sorprendo de la persona que vive en mi espejo. Pero no me preocupo por esas cosa mucho tiempo. Yo no cambiaría todo lo qu e tengo por unas canas menos y un estomago plano. No me regaño por no hacer la cama, o por comer algunas "cositas" de más. Estoy en mi derecho de ser un poco desordenada, ser extravagante y pasar horas contemplando mis flores. He visto algunos queridos amigos irse de este mundo, antes de haber disfrutado la libertad que viene con hacerse viejo. -¿A quién le interesa si elijo leer o jugar en la computadora hasta las 4 de la mañana y después dormir hasta quien sabe qué hora?- Bailaré conmigo al ritmo de los 50's ...