Si te vas, los árboles del parque que hay enfrente de casa seguirán creciendo, seguirán cambiando sus ramajes y sus tonalidades, aunque vaya pasando los años. Se vestirán con los ropajes de cada una de las estaciones del año. Todo seguirá su transcurso natural, aunque yo me encuentre en este retiro, en este aislamiento ya para mi tan familiar.
Desde mi ventana podré ver cada uno de esos cambios, con su colorido y fragancia. Se unirán nuevas soledades, se dirán mentiras, seguiremos como si nada hubiera ocurrido. Tú sonreirás cuando vayas en tu coche conduciendo hasta otro nuevo destino.
Yo intentare escribir algo bonito, acomodada en esta vida de la que nunca he salido. Intentare no alimentarme de tus recuerdos, luchare por ello, pues temo que no pueda conseguirlo y reencarnarme en una de esas mujeres a las que acusan de estar locas, que caminan solas perdidas en su propio universo, ese en el que se encuentra a diario con aquel amor que no quiso reconocer que había perdido.
Mi pueblo poco a poco me ira adormeciendo. Mi vida será esto, si eso me temo, tiene todo el aspecto.
Seré como todo el mundo victima del paso del tiempo y tal vez también del olvido, al menos del tuyo. Otros lograran hacer realidad sus sueños, yo en cambio tan solo iré sobreviviendo, ya tengo mucha experiencia en ello.
Nacerán a diario mil amores, tantos como flores y tú vivirás ese en el que te has sumergido, haciéndote olvidar todo el sabor y olor de lo nuestro, eso que nunca existió y que tan solo fue parte de un sueño, el mío.
Seguiré guardando los poemas que escribimos juntos, los impregnare de seguramente con esa humedad con sabor salado que contienen las lagrimas, no podré, ni seguramente querré impedirlo.
Si te vas, esos árboles del parque seguirán muriendo y renaciendo con coda una de esas estaciones del año, pero mi fe, no tendrá esa suerte. Seguiré haciéndome acompañar por ese sentimiento de soledad, mientras la vejez charla conmigo y el tiempo inalterablemente seguirá su curso y tal vez hasta logre tu olvido.
Desde mi ventana podré ver cada uno de esos cambios, con su colorido y fragancia. Se unirán nuevas soledades, se dirán mentiras, seguiremos como si nada hubiera ocurrido. Tú sonreirás cuando vayas en tu coche conduciendo hasta otro nuevo destino.
Yo intentare escribir algo bonito, acomodada en esta vida de la que nunca he salido. Intentare no alimentarme de tus recuerdos, luchare por ello, pues temo que no pueda conseguirlo y reencarnarme en una de esas mujeres a las que acusan de estar locas, que caminan solas perdidas en su propio universo, ese en el que se encuentra a diario con aquel amor que no quiso reconocer que había perdido.
Mi pueblo poco a poco me ira adormeciendo. Mi vida será esto, si eso me temo, tiene todo el aspecto.
Seré como todo el mundo victima del paso del tiempo y tal vez también del olvido, al menos del tuyo. Otros lograran hacer realidad sus sueños, yo en cambio tan solo iré sobreviviendo, ya tengo mucha experiencia en ello.
Nacerán a diario mil amores, tantos como flores y tú vivirás ese en el que te has sumergido, haciéndote olvidar todo el sabor y olor de lo nuestro, eso que nunca existió y que tan solo fue parte de un sueño, el mío.
Seguiré guardando los poemas que escribimos juntos, los impregnare de seguramente con esa humedad con sabor salado que contienen las lagrimas, no podré, ni seguramente querré impedirlo.
Si te vas, esos árboles del parque seguirán muriendo y renaciendo con coda una de esas estaciones del año, pero mi fe, no tendrá esa suerte. Seguiré haciéndome acompañar por ese sentimiento de soledad, mientras la vejez charla conmigo y el tiempo inalterablemente seguirá su curso y tal vez hasta logre tu olvido.
También para ti pueden nacer nuevos amores, nuevas amistades. Sal al parque a mirar como nacen y mueren esos arboles, no lo mires desde la ventana. Guarda tus recuerdos, eso siempre formará parte de ti.
ResponderEliminarBesitos desde el agua.
Amiga mía. Mi amiga, llevaba días sin aparecer por acá y de nuevo veo que te asolan las palabras desgarradoras... vivamos, vivamos... ese es el reto,la aventura... mira esos árboles y sientete árbol, para que de nuevo los pájaros aniden en tus ramas... no te rindas nunca.
ResponderEliminarJuan Lucas.